tópicos fundamentales

No voy a ceder con esto.
Mis lágrimas están reservadas para series y películas.
A mis sueños, solo los protagonizo yo.
Mi tiempo cotiza en la bolsa.
Y mi tranquilidad, mi tranquilidad es innegociable.
Todo un avance digno de consideración: por lo menos se lo que no quiero.

sadomasoquismo agudo

A veces ¨lo mejor que te puede pasar¨ -después de tanto reclamárselo a Dios, la Virgen y todos los Santos; a la madre tierra, a los pensamientos positivos, a la ley de atracción- se para frente a ti, y busca algo contigo.
Se supone que en ese momento debes abrir los brazos, decirle bienvenido y rogarle que no se vaya nunca.
Esta es la parte donde me reconozco como un escándalo incoherente, como una indecisión absurda caminando por la vida, como una demente digna del borda.
Se paro frente a mi, y no puedo elegirlo.
Solo a veces, lo mejor es no tener opciones. Sobre todo si una no las merece..
ni es capas de elegir entre un mundo de fantacía con sus fantasmas o la realidad.

incordiosa

Es domingo, los domingos siempre tienen este efecto.

Otra vez me encuentro en este estado de querer hacer todo y no querer hacer nada.

Me alejo de mi vida y trato de verla objetivamente, pero no soy buena crítica, lo confieso.
Veo como las cosas pasan, como todos pasan y nada dura, nada se detiene.

No me quejo, tampoco lo disfruto o aprovecho.

Quisiera decir que me conformo, pero no voy a mentirme.

Y me gustaría salir de este vacío que me produce la soledad. La soledad que más molesta. Soledad de sentirte sola aún estando acompañada.

O tan solo no necesito compañía, pero la tengo y me agobia.

Se que en este juego voy a salir perdiendo. Pero de nuevo, no me quejo. Ya aclaré que intentaba ser objetiva, aún así lo siento.

No quiero criticarme, no tengo porque hacerlo. Quiero poder encontrarme. Encontrar una dosis de fantasía con la esperanza de hacer más entretenidos mis días. Y si quiero le grito al mundo entero que odio la rutina! Que la vida lenta me fastidia!

Esto no es un ataque de rebeldía, simplemente no soporto la monotonía. Y no sé cuánto me va a durar. Me da miedo, es cierto. Pero no quiero opciones, así está bien. Y si nadie me sigue, lo acepto. Y si queres acompañarme, te invito. Y si queres buscarme, ya sabes donde estoy. Es solo que me harté de preguntas, pendientes de respuestas que yo no tengo.

Me fastidia estar perdida y no encontrar la salida.