Viajabamos como vacas al matadero, quizá peor que eso, por la ciudad de la furía, el segundo día consecutivo de lluvia. Tal vez eso caldeaba los ánimos de mis anónimos compañeros en la rutina, o lo probocaba la rutina misma ?. Hay que admitir que no tenemos el mejor sistema de transporte del mundo (ni cerca), y que dos por tres te toca un imbecil al volante, pero siempre antes del UNO VEINTICINCO se puede decir BUEN DÍA, y después un POR FAVOR. Supongo que sería una manera de decir: ¨Si, aca estamos de nuevo, todos los días la misma historia, estoy cansada de viajar mínimo 30 minutos el %90 de las veces parada porque lamentablemente caballeros quedan pocos (entre otras cosas), pero sabe qué ? Hay cosas peores. Pongamosle onda, porque lo más probable, es que que esto no cambie. Y me rompe soberanamente las bolas la gente con cara de orto, la gente que todos los días, le manda cara de orto¨.
Ya no importa, en mi celular sonaba Joaquín, y en verdad descubrí que somos un par a los que ¨Nos sobran los motivos¨. No creo que el resto de los pasajeros haya entendido mi sonrisa.
