En un país donde hacemos apología de los años de hierro vemos todos los días la impunidad con la que ciudadanos coartan los derechos de otros ciudadanos.
No quiero caer en la ironía de pensar que hay jerarquías de derechos, o situaciones políticamente incomodas que requieren un ¨laissez faire ¨.. pero, por qué ellos pueden manifestarse desde porque se les rompe una uña, hasta una infinidad de múltiples motivos, y a mi nadie me garantiza el llegar a horario a mis compromisos ? Por qué a quienes trabajan, estudian, o simplemente todos los que tenemos el libre derecho de circulación por la República y queremos gozar de él, nos vemos coaccionados por nuestros conciudadanos? Por qué con tanta exención suceden estas cosas ?
No se confundan, soy una acérrima defensora de los derechos humanos, y me sumo a la lucha por el Nunca Más con el arma más poderosa, la memoria, y sin caer en el peor de los males, el olvido. Pero no estoy de acuerdo, con que no se pueda poner un freno a estos exabruptos que cometen quienes marchan por Kraft, por planes, por la reforma de colegios, o simplemente por marchar, porque acá, esta de moda marchar . Se protesta por todo, y se hace poco para conciliar. Se reclaman muchas cosas, y es el peor pecado ceder un poco.
Si hay algo que valoro de la década militar-para seguir con la misma linea- es decir, de generaciones como la del 70', 80', es la convicción con la que para bien o para mal, los jóvenes creían en algo, y ¨se la jugaban¨ por eso, más allá de que como todos los seres humano, se equivocaron en muchas de las formas. Es algo que hoy nos falta en gran medida, interiorisarnos por la realidad, creer en algo, participar.. Caimos en un aberrante descreimiento por las cosas en general que competen a un pueblo soberano y autónomo, republicano y federal tan curtido como el nuestro, tan asaltado en sus derechos a través de su corta historia. Por eso, a todos los que invierten su tiempo manifestándose por sus diversos intereses les digo: están en todo su derecho! Cómo no salir indignado con ganas de partirle una caserola en la cabeza al primer político que encuentre que no le garantizo seguridad cuando le mataron a un ser querido?
Pero aprendamos de la historia, no caigamos en las mismas formas que nos conduce de antaño por un camino de ida a la peor de las miserias humanas que es no poder ver en el otro la humanidad misma, por lo tanto, poder hacer con el prójimo, lo que sea.
